Roberto Naveiras presenta desde hace diez años el podcast Viajo en moto, un programa para los aficionados a los viajes con dos ruedas y un motor. En cada entrega, Roberto habla de películas, de libros, de publicaciones en torno a este tipo de viajes y entrevista a los aventureros de la moto con las historias más interesantes. Además, pasa buena música. Hemos conversado con él acerca de podcast de nicho, mecenazgo, comunidad de oyentes y mucho más.
BP: ¿Cómo empezó este proyecto?
Roberto: Viajo en Moto empezó siendo una página web, un blog en el que iba contando mis viajes, iba contando mis historietas y salidas de fin de semana. Incluso analizando películas, libros, todo siempre relacionado con el mundo de los viajes en moto. Hace diez, once años me acerqué al mundo del podcast. Y poco a poco fui abandonando el texto escrito por la voz. No sé si la página salió ganando o perdiendo con el cambio. Yo sí, desde luego, porque me lo paso mucho mejor haciendo podcast que escribiendo, aunque escribir me sigue gustando.
BP: ¿Y cuándo fue que empezaste con el blog?
Roberto: Yo empecé en el año 1998. En Internet empecé en el ’93, ’94. Fui de los de los primeros, de los pioneros aquí en España. Y Viajo en moto en aquel entonces no tenía este nombre, no recuerdo. Tenía un nombre genérico. El motoclub… Éramos dos personas. Éramos un motoclub de tres personas… Bastante patéticos, pero nos lo pasábamos muy bien. Y con esa página empezamos en el ’96 o por ahí. Luego ya con Viajo en moto el ’98 de forma un poco más seria.
BP: ¿Y arriba de la moto?
Roberto: Desde el desde el ’90, ’91, ’92 por ahí, cuando tuve dinero para comprarme moto, fue cuando empecé a viajar y a vivir las dos ruedas.
BP: Y has sido pionero no sólo del blog, pero también del nicho, porque antes era todo un poco más genérico…
Roberto: Desde los comienzos estuve siempre centrado en el mundo de la moto. Yo no sigo mucho la competición, ningún tipo de competición en moto. Entonces lo que me gustaba entonces y me sigue gustando ahora es viajar. Viajar en moto creo que es una de las mejores formas de conocer el mundo. Me centré en lo que conocía. Es una de las premisas básicas también para hacer cualquier podcast, que es hablar de lo que conoces. Si quieres que te salga bien.
BP: Y en podcast también has sido pionero porque hace diez años el podcast no era media tan popular, o no lo era en absoluto. ¿Cómo fue empezar en ese momento?
Roberto: Pues fue bastante frustrante. Primero porque no tenía ni idea de lo que hacía. No sabía si tenía que comprarme un micro de esta manera o de esta otra, si un dinámico, que si no de condensadores, no tenía mesa de mezclas. Lo hacía un poco por instinto y leyendo, leyendo mucho. Entonces los comienzos fueron complicados. Estaba como muy acartonado en los primeros programas y no me salía bien. Pero bueno, poco a poco, a base de dar cabezazos contra el teclado, fui saliendo hacia adelante. Antes de ése, tenía otro podcast de corte profesional que hacíamos semanalmente entre mi compañero de trabajo y yo. Pero llegamos demasiado pronto. Y bueno, pues lo dejamos porque la audiencia que teníamos era pésima. Teníamos entre 30 y 60 escuchas a la semana y nos costaba mucho trabajo, mucho trabajo de edición, mucho trabajo de guionado o preparar los temas, para tener una audiencia tan exigua. Pues al final decidimos pasar de todo y abandonarlo. Sin embargo, con Viajo en moto, desde el principio ya fue otra cosa. La audiencia fue creciendo poco a poco. Hay que tener en cuenta que es una afición. Entonces las aficiones llaman más que el trabajo.
BP: Además es una vuelta a la narrativa de viajes…
Roberto: Sí, los contadores de historias, los cuenta cuentos. Ya no es reunirse a una hoguera a escuchar historias, pero sí que tiene ese componente de intimidad. El que está escuchando historias de viajes, está escuchando historias incluso de su propio viaje o del viaje que le gustaría hacer. Se ve transportado a través de la voz de otras personas a un viaje que le gustaría hacer. Está conociendo el mundo, pues desde la intimidad de estar en casa o estar en el coche, o estar escuchándolo con los auriculares. Creo que hay una conexión importante entre el viajero y la persona que está escuchando.
BP: Podcast es como un medio que se caracteriza por la intimidad de ese vínculo que se genera con el oyente, no sólo porque uno está con los auriculares, pero también porque hay producciones largas. Tu podcast es particularmente bastante largo…
Roberto: Sí, es bastante largo. Me gustaría que fuese más corto, pero no soy capaz de hacerlo. Duran dos horas más o menos y cuando a veces que hago alguno de una hora, me parece que me que se me quedan cosas en el tintero. Es un programa semanal y tendría que ser más corto, pero no me sale. Tengo muchos invitados cada semana, tengo un montón de cosas que contar y no me sale un programa corto.
BP: ¿Y cómo haces para conectar con tus invitados?
Roberto: Después de tantos años, pues vas conociendo…Unos te llevan a otros. Las redes sociales. A veces algún oyente me dice “Oye, tienes que entrevistar a esta persona que está haciendo este viaje”. Y me parece muy curioso. A veces una frase en Twitter o en Facebook, leer una frase de uno de estos viajeros o ver una foto… Esta persona me interesa, creo que puede aportar algo. Y a veces es por puro instinto y otras veces es por pura casualidad.
BP: Y tu podcast también tiene un uso de la música particular.
Roberto: Me dice mucha gente “que pones muy buena música”. No tengo ni idea de música. Me nombras diez grupos y seguramente de esos díez no conozca ni a cuatro. Pero me guio también por el instinto, la música que me gusta. Ni siquiera pega mucho con lo que estoy contando. Pero pongo la música que me gusta. Voy escuchando un montón de música durante toda la semana y de vez en cuando retiro alguna para la playlist del próximo programa. Otras veces me quedo sin tiempo y lo hago pues una hora antes, pero siempre. Música que me gusta, música que me atrae, que tiene algo especial y que es como el programa: peculiar. Es música comercial, pero no es una música usual, es una música que es un poco rara.
BP: Y otra cosa que es particular en tu podcast, es tu narración, bastante poética. ¿Cómo ha sido pasar de la escritura a lo oral?
Roberto: El lenguaje escrito es mucho más complejo, mucho más rico en matices que el lenguaje hablado. Tú cuando estás hablando en el podcast, lo mismo que en la radio, tienes que usar frases más cortas, más impactantes. Es un discurso diferente. Yo procuro hacer una mezcla de los dos. No quiero tampoco hacer algo tan sencillo y tan mascado como si fuese radio comercial. Al fin y al cabo, los podcast son algo muy particular que cada uno escoge. Porque no es como la televisión, que te tragas todo lo que lo que sale por la pantalla. Tú escoges y en muchos casos pagas. En Viajo en moto también hay programas que son sólo para fans de pago. Entonces pues creo que creo que a la gente que escucha Viajo en moto le gusta algo más elaborado no en cuestión de técnica o de calidad de sonido, sino en el discurso a la hora de contar la historia. Una historia bien contada tiene más atractivo.
BP: ¿Y cómo funcionan los podcast exclusivos para mecenas?
Roberto: Cuando empecé, empecé con Patreon y en aquel momento era lo que había y parecía que era la solución. Patreon, sin embargo, tiene muy poca usabilidad, es muy poco intuitivo. Patreon no es lo que yo buscaba. Funciona con recompensas y para cosas puntuales puede servir, pero yo ahora me estoy quitando. iVoox funciona mucho mejor. iVoox es un euro y medio al mes, lo que ponen los fans a cambio, en este caso, de un mínimo de cuatro programas al mes. Hago cuatro programas en directo y en abierto y luego hay cuatro programas grabados para para fans. Y encuentro que funciona muy bien, porque es buena oportunidad también para crear un grupo, para crear una conexión de entre los oyentes. Aparte de eso tenemos un grupo en Telegram que ya tiene entre 400, 500, 600 personas. Están participando de forma activa en el chat y se crea una comunidad alrededor de eso. Entonces parte de esa comunidad además aporta su granito de arena en forma de un euro y medio al mes, que es la aportación mínima. Hay gente que pone más, pero con esa aportación a Viajo en moto, le da para comprarse una mesa de mezclas, para cambiar el micrófono, para cambiar el equipo informático, para avanzar, que al fin y al cabo esto redunda también en una mayor calidad del programa de cara a los oyentes.
BP: Y en esa comunidad, ¿cómo es la interacción con las personas que te siguen?
Roberto: Tenemos un chat que es exclusivo para el directo, entonces ahí están las personas que están escuchándolo, haciendo chanzas y haciendo preguntas y a veces metiéndose conmigo y pinchándome y riéndose cuando se me o olvida desmutear el micrófono o cosas así. Porque a veces me pasa… Cada vez menos, pero a veces me sigue pasando que se me olvida subir un potenciómetro o quitar el mute. Entonces ahí están haciendo coñas y riéndose. Nos lo pasamos muy bien en el chat.
BP: Y algunos de tus oyentes han empezado sus propias podcast, también relacionados con los viajes en moto.
Roberto: Sí, empezamos con lo que dimos en llamar La Factoría. Yo les brindé la oportunidad en un par de programas, a los oyentes que quisieran emprender la marcha con un nuevo podcast hablando de viajes, de motos, de algo que tuviera que ver con el mundillo que manejamos en Viajo en moto. Les di la oportunidad de tutelarlos en un principio, los primeros programas, tutelarlos y que aprovechasen la publicidad que les podía dar Viajo en moto que lleva ya muchos años metido en este tema. Entonces podía ser una plataforma estupenda para para empezar, porque al principio es muy frustrante el empezar con un podcast, poner ahí todo tu empeño, un montón de horas de trabajo y hacerlo bien y que veas que no te escucha nadie. Entonces, si arrancas ya con eso, con el soporte o con el paraguas de viajo en moto, pues tienes un poco ganado. No es que vayas a petarlo desde el primer momento, pero por lo menos tiene ya un poco ganado y tienes unos cientos de oyentes que en los primeros programas te van a escuchar. Y por ahí empezó la cosa de La Factoría. Luego estos programas ahora ya vuelan solos, vuelan solos algunos pues ya empezaron con mucho ímpetu, mucha fuerza y como pasa muchas veces con los podcast, por falta de tiempo, por falta de ganas, por falta de incentivos, se van quedando por el camino. Pero hay que probar, no pasa nada.
BP: Tu estás probando además con un podcast nuevo.
Roberto: Si estoy probando con mi amigo Jorge González Romo de Ferrol, con un podcast que arrancó hace un mes. Se llama Podcast de viajes, Historia y leyendas. Es un nombre muy para aprovechar el SEO y es un nombre que no deja ninguna duda de lo que se va a encontrar el oyente dentro del podcast. Viajes, historia y leyendas. Ése no está centrado en el mundo de las motos y ahí cabe un poco de todo.
BP: Pero seguramente está centrado en inquietudes tuyas, en los viajes.
Roberto: A mí me gusta mucho la historia. A Jorge le gustan mucho las leyendas. A los dos nos gusta mucho los viajes. Entonces aunamos la parte que a mí me gusta, que es la historia de la historia de los pueblos, la historia de las carreteras, la historia de los paisajes. A Jorge le gustan las leyendas, las leyendas populares que no dejan de ser también una historia, una historia ficcionada en mayor o menor grado, pero es una historia y todo eso lo juntamos como un viaje. Entonces, pues escogemos un destino o algún sitio en el que hayamos estado y yo cuento algo de la historia de ese sitio. Jorge cuenta algunas leyendas que hay en ese lugar y con las tres cosas, con el viaje, con las historias y con las leyendas conformamos un podcast, un capítulo de 20 minutos.
BP: Y cuando ya estemos todos un poco más tranquilos, hay algún viaje especial en mente?
Roberto: Yo tenía para este, para este año tenía un par de viajes proyectados ya y estaba todo bien amarrado. El primero de ellos era al norte de Argentina. Íbamos a hacer una ruta en moto por el altiplano. Y el segundo era a Tailandia, también en moto y se quedó ahí esperando. No sé hasta cuándo tendrán que esperar. Otro de los viajes que tengo también, que me lleva machacando la cabeza desde hace años, es ir a Colombia. El Eje Cafetero, Santa Marta, Barranquilla, Cartagena. Son los tres sitios que tengo en mente. Pero bueno, todos los que tenemos la cabeza enferma de viajes, en cuanto leemos algo que nos interesa de algún destino concreto, ya se incorpora al imaginario viajero y dices tengo que ir ahí.
BP: Esperemos que pronto verdad?
Roberto: Esperemos que sí. La verdad es que yo tengo mucha paciencia.
¿Te gustan las aventuras y los podcast sobre ruedas? No te pierdas esta entrevista a Chus Blázques, de Viajando despacio.